Actualmente tiene 118 elementos, pero los científicos siguen buscando nuevos elementos para ampliarla.
En el vacío del espacio, el agua puede hervir y congelarse simultáneamente debido a la baja presión.
El oro de 24 quilates es seguro de consumir y se utiliza en repostería de lujo para decorar postres.
A diferencia de otros gases, el helio solo se solidifica bajo presiones extremadamente altas.
A temperatura ambiente, el mercurio es un metal que se mantiene en estado líquido. Por eso se usaba en termómetros antiguos.
Existe una forma de hielo llamada “hielo VII” que se forma a altísimas presiones y puede estar a cientos de grados sin derretirse.
El color de cada explosión depende de sales metálicas: el cobre da azul, el estroncio da rojo y el sodio produce amarillo.
Ambos están formados solo por átomos de carbono, pero su estructura es diferente, por eso uno es duro y el otro blando.
El helio-4, a temperaturas cercanas al cero absoluto, puede fluir sin fricción y trepar por las paredes de su contenedor.
En las baterías recargables, las reacciones químicas pueden ir hacia adelante y hacia atrás, permitiendo recargar la energía.
Cuando se enfría a −183 °C, el oxígeno se convierte en un líquido de un intenso color azul brillante.
Los antiguos alquimistas buscaban convertir metales en oro, pero desarrollaron métodos que hoy usamos en laboratorios.
Se debe a una sustancia llamada geosmina, producida por bacterias del suelo cuando llueve.